Lennart Yarek, declarado culpable de un crimen atroz, es condenado a destierro por veinte años en un planeta de clima polar, sin vegetación y sin ningún tipo de compañía. No es una historia de supervivencia en el sentido en que Yarek dispone de alimento, agua y refugio para esos veinte años. Son otro tipo de necesidades las que se exploran, cómo superar la soledad, asumir la responsabilidad moral, encontrar estímulos afectivos, etc. Son los temas preferidos de la autora, Elia Barceló, que ha desarrollado a lo largo de su carrera como escritora: el amor (primordialmente), la construcción de la realidad, la catarsis… Ciñéndonos un poco al argumento, el principal enigma que tiene El mundo de Yarek es resuelto en el último capítulo, en un giro con cambio de registro y punto de vista, en donde lo más inesperado quizá sea el humor negro con el que se aborda una extinción en masa, precisamente el crimen cometido por Yarek.