LOS GENOCIDAS (1965), de Thomas M. Disch.
La primera novela de Thomas M. Disch fue directamente a la lista de clásicos del género. De carácter apocalíptico, presenta una invasión del planeta por una especie alienígena que actúa a través de unas plantas muy evolucionadas y eficaces, que acaparan todos los recursos naturales, provocando la extinción en masa de todas las especies endémicas. La especie humana está condenada, como el resto, y el relato nos cuenta su tragedia. En oposición a los clichés del género, los humanos no reaccionan de forma conjunta y heroica contra el enemigo común. Observamos una pequeña comunidad liderada por una autoridad religiosa, que lucha por su supervivencia. Los outsiders ajenos a esta comunidad, serán eliminados y procesados como alimento para ocasiones especiales, como el día de Acción de Gracias americano (hay que anotar que la acción transcurre en un territorio cercano a donde creció el autor, en Minnesota). Disch mostraría desde el principio su pesimismo por una especie fundamentalmente egoísta. En esta fábula, en la que la humanidad recorre el camino inverso, primero cae la civilización, se forman pequeñas comunidades que irán desapareciendo, hasta llegar a una única familia, y ésta presentará la última pareja, unos nuevos Adán y Eva de la extinción. La crítica a la religión es feroz, al principio vemos que gracias a la jerarquía adoptan un pequeño orden, pero se irá disgregando, pues la religión no da respuestas útiles y eficaces, solo aporta un ficticio equilibrio desde la represión. Disch, con esta y otras novelas posteriores de similar ánimo, se convirtió en uno de los referentes de la Nueva Ola. Con todo es, quizá, uno de los escritores más infravalorados que ha dado el género.